sábado, 10 de marzo de 2012

Camuflaje



Esta instalación es del año 2007 y estuvo montada en el espacio (patio trasero de la Galería Appetite) hasta principios del año siguiente 2008, inicialmente la idea  era trasmitir que el árbol de palta, la naturaleza de la propiedad lindante invadía la galería, que entraba por los intersticios de la construcción medio en ruinas, ese patio era una especie de de deposito abandonado, y buscando darle mayor intriga a mis instalaciones e ideas decidí usar ese espacio el cual Daniela Luna no tubo objeción, entonces allí instalé una invasión vegetal desde el terreno de al lado, representar la victoria, el triunfo de la naturaleza sobre lo artificial, aunque para eso elegí usar hojas artificiales de tela, (un dilema o dialogo entre lo natural y lo artificial siempre en equilibrio) y algunas ramas naturales de cañas y otras que ya estaban en el patio, en el montaje me ayudo Nicanor Araoz a pegar las hojas de hiedra y de helechos, mas flores y hojas secas y caídas del árbol, las cañas me las dio Aduki de su cañaveral de barracas y fue así como fue saliendo o mejor dicho entrando la jungla en Appetite, también Nushi Muntaabski me ayudo escribiendo el texto que mas abajo transcribo.
Con el pasar de los días la instalación/intervención fue sucesivamente intervenida, por otras muestras, por el clima y los elementos, por la naturaleza, mas hojas caían y hasta broto una plantita pero que no prospero, también las diferentes luces incidían en la obra, las de todo el día y las de la galería por la noche.
Otra cosa interesante eran los dos lados de la obra, se podía ver tanto desde afuera como desde adentro y aca también otro juego de palabras y significados, por que depende de donde lo veías, podía ser adentro o afuera, en realidad la obra estaba en el patio, pero para ver la obra desde adentro tenias que salir, osea entrar en el patio (afuera) y para verla de afuera la veías desde adentro por la ventana.










TEXTO PARA ALEJANDRO FANGI
Camuflaje ó  Alejandro y su jardín secreto.
Conozco muy poco la obra de Alejandro, casi nada diría … conozco a él como compañero de baile, en varias discos y fiestas donde coincidimos y nos reímos mucho. Conozco su desempeño en la Residencia El Basilisco, donde va, viene y hace las veces de guía turístico y ayuda a los artistas residentes a conseguir , materiales, contactos; en fin, un joven ejecutivo y misterioso. Tan misterioso quizás como esta obra a la que él llama Camuflaje.
La palabra Camuflaje, parece quedar corta, limitada, en relación a todo lo que nos relata esta instalación en la galería Appetite, es más, cuando mencionó esa alternativa…pensé en la clásica definición de diccionario: Estrategia militar que consiste en hacer pasar inadvertidas las cosas y el material bélico dándoles apariencia distinta de la real: a los cascos de camuflaje se les suelen pegar hojas y ramas.” Y le pregunté con todo respeto, ¿estás hablando de este camuflaje, el militar? NO, me dijo y luego dijo: SÍ, para terminar con un: NO.
De manera inquietante su propia obra ya lo había embaucado, lo había hipnotizado…y estaba él a merced de ella, cautivado y perdido en esa pequeña jungla, laboratorio, vivero, la casa abandonada, el jardín secreto, zona fantasma, el camuflaje. Genial, pensé casi en voz alta…Ale no escuchó…él hablaba:
-Hay mosquitos, pájaros, con la lluvia las cañas revivieron, tiene olor a jardín…decía con entusiasmo. Y  sí, la lluvia le dio todo lo que necesitaba, la hizo vivir, la despertó y como por arte de magia todo, hasta la inclusión de materiales sintéticos, también tomaron vida, extrañamente.
Esto dentro de la instalación (un penetrable) fuera, es otra la impresión, es de vital importancia el horario de visita, ya  que la luz diurna nos ofrece una transparencia un tejido de enredaderas, sauces, cañas, helechos y pequeñas flores-líquenes que crecen hasta rebalsar el espacio de vidrios sucios, típicas ventanas de vidrios repartidos…un invernadero, una almáciga.
La luz nocturna, trasforma el espacio exterior en un laboratorio, quizás de un científico loco que esconde algo o a alguien…y al ingresar, prepárense, porque puede ser que haya algo  realmente ahí. Sin ningún camuflaje.
Recomiendo las dos visitas.
De día y de noche…
Nushi Muntaabski, Octubre 2007.

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